Modelo Pedagógico Salesiano

Se basa en los principios educativos desarrollados por San Juan Bosco, sacerdote y educador del siglo XX. Este modelo se enfoca en el acompañamiento, la educación individualizada, la creación de un ambiente de familia y los tres pilares de la salesianidad: razón, amor y religión. Estas son características que promueven al sistema educativo como el enfoque global y positivo de la educación salesiana. 

El acompañamiento: aspecto clave del sistema pedagógico salesiano, se basa en establecer una relación cercana y de confianza entre el educador y el joven, donde el educador actúa como guía y mentor. A través de este acompañamiento se busca conocer las necesidades, intereses y dificultades del joven, y brindarle apoyo personalizado para su crecimiento integral.

La educación individualizada: se reconoce que cada joven es único y tiene habilidades, talentos y ritmos de aprendizaje diferentes. El modelo pedagógico salesiano busca adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, buscando un enfoque personalizado que fomente su desarrollo integral.

Ambiente familiar: crear un ambiente de familia es fundamental. Se busca desarrollar un espacio educativo basado en relaciones de confianza y respeto mutuo. Se promueve la participación activa de los jóvenes, el trabajo en equipo, la solidaridad y el cuido mutuo, creando así una comunidad educativa.